El nombre Argos (en griego antiguo, Άργος) hace alusión a la antigua nave representada hoy día en las estrellas Vela, Puppis (la popa) y Carina (la quilla) que al vincularse forman un gigantesco sector que domina el firmamento austral y es atravesado por la franja de la Vía Láctea.
Los antiguos quisieron simbolizar con esta constelación a la gran Nave de los Argonautas, que con las velas desplegadas y a las órdenes de Jasón y del timonel Canopus fue a la conquista del legendario Vellocino de Oro ( vellón del carnero alado Crisomallo, que luego se convirtió en la constelación Aries).
El mito de Argos forma parte de las culturas antiguas del Mediterráneo desde hace más de dos mil años, dado que por la precesión de los equinoccios, la constelación era visible para esas latitudes septentrionales; aunque en la actualidad es invisible desde casi todo el hemisferio norte.
Los navegantes de Argos, que acompañaron a Jasón en su expedición, se llamaron Argonautas en el poema de Apolonio de Rodas. Cuenta la mitología griega que Jasón era un héroe tesalio. Aesón, su padre, era hijo de Creteo y de Tiro (la amada de Poseidón) y fue despojado de su reino, el país de Yolcos, por su hermanastro, Pelias, hijo de Tiro y de Poseidón.
Su hijo Jasón fue criado por el centauro Quirón y llegado a edad adulta, Jasón se presentó en Yolcos, cubierto por una piel de pantera, con una lanza en cada mano y el pie izquierdo sin sandalia. Pelias, tuvo miedo al verlo, pues un oráculo le había aconsejado «desconfiar de aquel que no tuviera más que una sandalia».
Jasón le reclamó el reino que le pertenecía legítimamente. Pelias, sin rehusar abiertamente, pidió que antes le trajera el Vellocino de Oro del carnero que antaño se había llevado a Frixo y Hele desde Grecia hasta Cólquida. Ese Vellocino se hallaba en un bosque consagrado a Ares y el Rey Aetes, hijo del Sol y de la Oceánida Perseida, lo había confiado a la custodia de un dragón maligno. Pelias, al enviar tan lejos a Jasón, estaba convencido de que no volvería. Jasón aceptó la misión y pidió consejo a Argos, hijo de Frixo, constructor de naves.
ARGOS: EL BARCO
Por indicación de Palas Atenea se construyó el primer gran navío de Grecia, con 50 remos, bautizado con el nombre de Argos, en tributo a su constructor, capaz de llevar a Cólquida a Jasón y a los compañeros que eligiera: los Argonautas. La nave se construyó muy pronto, en el puerto de Pagase, en Tesalia, con madera cortada en el monte Pelión. La pieza de proa era un trozo de encina procedente de Dodona (bosque donde Zeus daba sus oráculos) proporcionado por Palas Atenea; esa encina le dio a la nave los dones de la palabra y de profetizar.
Al regreso de la expedición -llena de variadas aventuras para los argonautas- y en honor a la victoria lograda al superar todos los obstáculos y obtener el Vellocino de Oro, Palas Atenea convirtió a la nave en la constelación conocida como Argo Navis (Argos).
NOTA: Existen cinco películas que tratan sobre el viaje de los argonautas en busca del vellocino: Jasón y los argonautas (Jason and the Argonauts, 1963), dirigida por Don Chaffey en la que destacaron los efectos especiales de Ray Harryhausen, , Medea (1969) de Pier Paolo Pasolini con María Callas, «Los gigantes de Tessaglia» (1961), «Hércules» (1958); y la última es Jason and the Argonauts (2000) una telefilm producido por Hallmark que puede adquirirse para ser visto en DVD.