Cómo trabajar con los 72 Ángeles de la Cábala

Las jerarquías angelicales conocidas en la enseñanza cristiana como los Coros Angélicos (Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones, Potencias, Virtudes, Principados, Arcángeles y Ángeles), en el argot cabalístico se identifican como los 72 Genios de la Cábala.

En esta jerarquía compuesta por 72 Ángeles , cada uno de ellos tiene regencia durante 4 días del año. Cada Ángel o Genio tiene una función en el universo, un programa que forma parte del proceso evolutivo y que derrama al planeta, como energía cósmica, durante esa fecha.

Que el humano asimile este programa es uno de los objetivos de estos seres de luz.

Los también llamados Genios no lanzan al cosmos sus energías y sus programas de forma arbitraria, sino muy ordenadamente y siguiendo unas pautas precisas.

Cada uno de ellos dispone de un tiempo determinado para su manifestación, y tiene una ubicación y un domicilio en el Zodíaco.

Cada Ángel se sitúa en un arco de cinco grados, contando a partir de 0° de Aries. El Genio que rige de 5 en 5 grados es el llamado Genio por domicilio. Este Ángel cambia cada 4 días, aproximadamente. Así, cada uno de los 72 Genios ejerce su influencia en determinados días del año. También suele influir sobre las personas que nacen durante su lapso de regencia.

Existe otro tipo de regencia, llamada por rotación, a razón de un Genio por grado. En consecuencia, cada uno de los 72 Genios ejerce su influencia durante determinadas horas cada día.

De esta manera cada Genio abre su «ventanilla» para atender a las personas durante veinte minutos en el ciclo diario y todo el día en su fecha de regencia. Es justamente en esos lapsos cuando podemos aprovechar para conectarnos con ellos y solicitar su intercesión en nuestros asuntos.

«Los programas que manejan cada uno de estos Ángeles son lecciones que debemos aprender para formar nuestro pensamiento, para educar y dominar nuestros sentimientos y producir en nosotros un determinado comportamiento, resultante de la información intelectual y de la educación, emocional recibidas», escribe Kabaleb en el texto «Los Ángeles al alcance de todos».

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Cómo actúan los 72 Ángeles de la cábala

Kabaleb agrega que, sin que nos demos cuenta, los Ángeles suscitan en nosotros el deseo de conseguir tal o cual cosa, y ese deseo, según su naturaleza, promoverá una serie de circunstancias que se nos presentarán y a las que tendremos que «torear».

Los Ángeles elaboran situaciones sociales de acuerdo con las necesidades kármicas del ser humano. Utilizando nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, construyen ambientes y escenarios para que nos manifestemos en ellos. A través de estas circunstancias, aprenderemos determinadas lecciones que servirán para enriquecer nuestro Ego Superior…

Kabaleb

Sobre este tema, se explica además, que es necesario no concebir a los Ángeles como entidades encargadas de actuar por nosotros, o de sacarnos de los apuros en los que nuestra ignorancia nos va metiendo. «El cometido de los Genios consiste en tendernos una mano luminosa, es decir, en aportarnos la comprensión necesaria en las situaciones difíciles, pero contando siempre con nuestra participación activa y responsable».

Reflexionar en torno a las plegarias y exhortos es importante porque una parte de los programas de cada Ángel está desarrollada en esos mensaje, los cuales -según Kabaleb- no han de ser sólo leídos o recitados como quien recita el rosario, sino profundamente meditados.

Los términos empleados en estas plegarias tienen casi siempre doble sentido, el aparente y el profundo. Por ejemplo el Genio nº 24 sirve, entre otras cosas, para protegernos contra los ladrones. Todos sabemos lo que es un ladrón en el terreno físico, pero a nivel simbólico un «ladrón» es una tendencia que anida en nuestro fuero interno y que pretende adueñarse de nuestros valores. Cuando actuamos despreciando los dictámenes de nuestra conciencia, por ejemplo, estamos permitiendo que el ladrón interno actúe a sus anchas. Y esta situación interna, si no la detectamos a tiempo, puede acabar exteriorizándose…

Kabaleb

Se expone así que los Ángeles deben operar tomando en cuenta la situación kármica de cada alma. Por ello, no pueden ir contra de la ley de causa y efecto. En estos casos su función es ayudar a entender y concientizar el problema que nos ocupe, y aliviar sus efectos.

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Cuidado con las peticiones

En cuanto a las peticiones a realizar a los Ángeles, es importante considerar el programa que trabaja cada uno de ellos. De acuerdo a ese programa podremos saber a quién acudir.

Si lo invocamos en sus días y en sus horas de regencia, y requerimos su poder para resolver algo relacionado con el Programa que promociona, ese Rostro Divino situará en nuestra naturaleza interna la esencia que le pedimos, y nuestro problema quedará resuelto de una manera que tal vez nos parezca mágica, pero que en realidad se deberá al libre juego de fuerzas naturales.

Kabaleb

Incluso si el problema o tema que nos ocupa no entra dentro de las funciones del Ángel que rige en una determinada fecha, podemos utilizar el lapso diario por rotación del Ángel. Cualquiera sea el hecho, vale recordar que si la intención es fuerte la conexión puede establecerse en cualquier momento.

En este punto es indispensable hacer otra aclaratoria en relación a las peticiones: se deben hacer pedidos en positivo, en relación a nosotros mismos y no a otros (para no violar su libre albedrío) y menos con la intención de perjudicar a los demás. El ejemplo que coloca Kabaleb es claro en eso:

Pongamos el ejemplo de una persona ambiciosa que desea subir peldaños en su trabajo. Puede recurrir a los Genios que se ocupan de estos menesteres o a sus tutelares, pero para pedirles que le ayuden en sus tareas de formación, a memorizar y asimilar los cursos que tenga que realizar; puede pedir que le den energía suficiente para llevar a cabo todas sus actividades, etc… Pero lo que no es aconsejable solicitar a los Genios es que le ayuden a ocupar el puesto de otro, o pedir que al competidor le ocurra algún incidente para poder aprovechar la coyuntura sustituyéndole y demostrar así los méritos propios.

Kabaleb

La supuesta cara oscura de los Ángeles

Mucho se ha hablado de lo que se conoce como la cara oscura de los 72 Genios de la cábala y debido a ello se ha establecido la creencia de que los Ángeles tienen un lado oscuro. Respecto a ello existe es una confusión. No es posible que un Ángel, como ser de luz, tenga una cara oscura o lado negativo, carecen de ella.

Lo que sí ocurre es que «la pésima utilización por nuestra parte de sus virtudes genere un ser artificial, es decir, un egregor, una nube de energía negra que se instituye en la contrapartida negativa de cada Genio». Sabemos que los egregores son creaciones humanas, aglomeraciones astrales derivadas de nuestras emociones y pensamientos más oscuros.

Es así como en torno a Ángeles y Arcángeles -incluso en torno a santos y maestros de luz- se han creado lo que se conoce como «espejismos astrales». Son egrégores creados en el plano astral por las emociones y pensamientos de los humanos que suelen hacer peticiones egoístas o pretenden utilizar a los seres de luz con fines negativos.

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Kabaleb dice que los egrégores o «contrapartidas negativas de los Genios son manejados por energías «luciferianas». «Si aprovechamos las plegarias para formular peticiones egoístas o malévolas, el que recogerá la petición no será el Genio en cuestión, sino su doble negativo, el Genio del abismo».

De ahí se entiende que si la petición en cuestión es atendida, no es el Ángel quien ofrece «la ayuda» sino el egregor creado por el humano.

Y puede que éste satisfaga la petición, siempre que se trate de algo mínimamente razonable y factible, pero no sin cobrar por ello una buena minuta (…) Si uno le pide esta clase de favores con mucha insistencia, no es imposible que lo acabe logrando, pero tendrá que pagar un precio por ello: el ser en el futuro víctima de tejemanejes similares por parte de otras personas que tal vez no tengan nada que ver con las que han resultado perjudicadas.

Kabaleb

El trabajo diario con los 72 Ángeles

Quienes deseen trabajar con los 72 Ángeles de la Cábala pueden iniciar en cualquier momento, siempre fijándose en el genio que rige ese día. Al utilizar la energía del regente se puede aprovechar la frecuencia energética específica que cada Genio abre para el planeta en ese momento.

Por ello, este trabajo, si se desarrolla de forma continúa, ayuda a generar armonía entre nosotros y el cosmos.

«Para vivir en armonía con las fuerzas del cosmos,-condición sine qua non para conseguir una armonización interna y un estado de paz y serenidad-, deberán hacer un pequeño hueco en su agenda diaria a fin de «empaparse de las virtudes de los Genios».

Argos en la red periódicamente publica las características y propiedades, plegarias, exhortos y oraciones de cada Ángel a través de el blog Astrolabio, la Agenda Espiritual. Allí puedes consultar las regencias de cada día. Con base en esa información puedes comenzar a realizar el siguiente trabajo:

1. «Para empaparnos de las virtudes de los Genios, es necesario entrar en contacto con ellos. Esto se consigue a través de la invocación. Se puede comenzar con rezar un padrenuestro, pedir protección y leer el salmo y versículo correspondiente a cada Genio. Luego, decir su nombre tres veces.
2. Formular el rezo que corresponde a cada uno de ellos equivale a marcar su «número de teléfono» particular. Por ello, el trabajo con los Genios de la Cábala continúa con la lectura de la plegaria.
3. Después de la plegaria es necesario meditar en el exhorto. La exhortación del Ángel debe llevar implícito el el sincero propósito de intentar captar el mensaje y llevarlo a la práctica. Vale entender que el exhorto es una petición que el Ángel nos hace. Es lo que nos solicita para establecer contacto con nosotros y ayudarnos. Nunca debe tomarse como una condición para ofrecer ayuda sino como una invitación a asumir su recomendación como herramienta para nuestro proceso evolutivo. La meditación en el exhorto debería pasar por pensar en la forma en la cual podemos incorporar su petición a nuestra vida, bien sea ayudando a otros o cambiando algo en nosotros mismos.
4. El último paso es la lectura oración. Ahí está la petición que le hacemos. Luego de leer la oración respectiva a cada Ángel podemos incorporar nuestras peticiones personales y más específicas.

Por último se recomienda tomar en cuenta las recomendaciones dadas en el artículo sobre «Cómo comunicarse con los Ángeles«. Ello incluye crear un espacio para la oración, tal como lo señala el texto de Kabaleb:

Para rezar, conviene escoger un lugar tranquilo, es preferible que sea siempre el mismo, bien iluminado, limpio, a ser posible exento de ruidos mundanos, y también de olores de cocina, de tabaco, de vapores de alcohol. Si rogamos en un ambiente cargado, las que acudan a nuestra llamada serán más bien entidades del bajo Astral, las que sienten apetencia por los desperdicios, y nuestra plegaria difícilmente llegará a su destinatario.

Kabaleb