¿Cómo soluciono este problema por la vía espiritual? o ¿qué explicación tiene esto? Son preguntas básicas que hacen quienes se inician o buscan el camino espiritual por primera vez. También es la interrogante común ante las adversidades de quienes están más avanzados en el camino y entienden que detrás de toda situación hay una energía y unas causas superiores que explican los hechos.
Los comienzos son importantes, porque marcan los avances o estancamientos posteriores. Estar atentos a las expectativas, al impulso emocional que nos guía, a nuestras creencias y a la práctica seleccionada es fundamental en esa fase. Es necesario hacerse consciente del tipo de buscador espiritual que soy y cómo puedo enfrentar las ilusiones, errores y la sobre-expectación que pueden estar involucradas en mi búsqueda.
Pregúntate primero ¿qué es lo que realmente buscas con esto? Sensaciones de vacío y soledad en la vida, depresiones y crisis económicas, de salud o afectivas suelen estar detrás de los iniciados, que buscan la solución a sus problemas por esta vía, luego de fallar con las estrategias “normales”, dadas mayormente por médicos, psicólogos, amigos, familiares, compañeros, expertos y hasta brujos y curanderos.
¿Qué emociones están involucradas en mi búsqueda?
Las crisis que despiertan la necesidad de búsqueda espiritual, se acompañan de curiosidad, dudas, necesidad de seguir o imitar a otros, miedos, rabia, ansiedad, tristeza y hasta desesperación. En tales condiciones solemos buscar tablas de salvación, bien sea en otras personas que nos invitan a meternos en este camino, o en las herramientas y terapias mismas a las cuales nos sometemos.
La búsqueda de tablas de salvación es buena, por un lado, pues esa energía da un impulso inicial muy fuerte, pero tenemos que revisar si está acompañada de grandes o de falsas expectativas. Por ello, si llegamos a ver soluciones rápidas, creemos, pero si no vemos resultados, desistimos.
¿Busco una salida rápida?
Si estamos guiados por la búsqueda de soluciones momentáneas o instantáneas, fácilmente perderemos el impulso, si no se cumplen las expectativas. Al comenzar alguna práctica tenemos que ser realistas acerca de los resultados. Muchas personas esperan la solución instantánea de problemas que han creado a lo largo de años de vida (e incluso desde vidas anteriores).
Si obtengo la gracia de sanar una enfermedad o solucionar un problema grave, hay que pensar en cómo cambiar las pautas que me llevaron a esa situación, incluyendo la opción de evaluar éticamente los pensamientos, sentimientos y acciones a los que se recurrieron; de lo contrario, el problema volverá a presentarse más adelante.
Si no conseguimos soluciones rápidas, también debemos revisar las acciones realizadas para buscar la salida y las creencias y emociones involucradas: ¿Qué estrategia estoy utilizando? ¿Es la adecuada para este caso? ¿realmente creía que el problema se solucionaría o tenía dudas ¿Qué otras opciones existen? o acaso ¿debo tener paciencia y ser más perseverante?
Si no obtengo los resultados tan rápido como espero, tengo que reflexionar sobre lo que debo asimilar con esa experiencia, incluyendo la opción de que aquello que deseamos o esperamos, no es realmente lo que nos conviene, desde la perspectiva del alma.
He visto muchos casos en que el hecho de no manifestarse un deseo o una solución esperada, representa una protección, una real ayuda o una bendición escondida, lo cual obviamente es comprendido y aceptado posteriormente (aunque en algunos casos muchos no lo entienden así). Fuerzas superiores de luz, la Fuente, Dios y nuestra alma saben mejor que nosotros qué es lo que más nos conviene, y actúan en consecuencia.
Nadie encarnado en esta línea de tiempo está exento de problemas, ni siquiera aquellos que creemos más «iluminados», la diferencia está en la forma en que enfrentan las circunstancias. Siempre debo preguntarme ¿qué tengo que aprender con esto?, comprendiendo que ese aprendizaje es el verdadero regalo, es la real solución.
Muchas veces solo con buscar la lección, el aprendizaje detrás de la situación, el problema desaparece. Aunque otras veces la enseñanza está en el mismo proceso de vivir y enfrentar el obstáculo de una forma distinta a la habitual. Suele pasar, por ejemplo, en el caso de personas impacientes e iracundas que estallan en rabia ante las adversidades y buscan culpables y venganzas. Posiblemente con solo cambiar esta actitud ante las situaciones el obstáculo cae, o simplemente se comienzan a ver las cosas de otras manera.
Los obstáculos y el «Pan de la Vergüenza»
El siguiente mensaje me lo envió alguien por correo electrónico y me parece muy adecuado para complementar estas ideas:
Todos hemos llegado a ver a los niños luchando por desenvolver un obsequio de cumpleaños o de navidad. Tal vez esta sea una metáfora equivocada porque de hecho, ellos disfrutan el proceso. Pero nosotros los adultos sabemos lo complicado que puede ser abrir un obsequio bien envuelto. Sin embargo, lo hacemos de igual forma porque sabemos que hay algo especial adentro. Las bendiciones trabajan de la misma manera.
En los estudios cabalísticos el «Pan de la Vergüenza» es uno conceptos principales de la enseñanza y tiene que ver con la insatisfacción humana cuando se recibe algo que no se ha merecido o que no se ha luchado por conseguir. Los cabalistas le dan este nombre al sentimiento que nos embarga cuando nos sentimos carentes de la Luz divina.
El concepto lo que trata de explicarnos es que para obtener satisfacción, y sentirnos merecedores de alguna situación, habremos de hacer algún esfuerzo para verdaderamente disfrutar, sentirnos plenos y olvidarnos de la carencia y la falta de Luz en nuestra vida. En consecuencia, cuando enfrentamos los desafíos de la vida y queremos entenderlos y resolverlos por la vía espiritual, debemos comprender que todo ocurre por algo, todas la experiencias están inscritas en nuestro campo energético por acciones de esta y otras vidas.
Por tanto, los problemas así como las oportunidades, de alguna u otra forma son merecidos debido a nuestras acciones anteriores. La ley de causa y efecto (el karma) dice que todo tiene su causa, a pesar de que no la conozcamos. Así que aunque no sea fácil de asimilar, hasta los obstáculos han sido ganados. Si queremos ganarnos una situación distinta es necesario hacer el esfuerzo.
Posibles acciones
En cuanto a las herramientas espirituales más adecuadas para buscar soluciones, todo depende del tipo de problema. Sin embargo, de acuerdo a mi experiencia en consultas holísticas, casi siempre las soluciones pasan por realizar la meditación del perdón, hacer la técnica de solución de conflictos, controlar las emociones e identificar creencias erradas.
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