Cuentan que un rey adinerado de La India tenía fama de ser indiferente a las riquezas materiales. Un súbdito quiso averiguar su secreto.
El rey le dijo: te lo revelaré si recorres mi palacio para ver la magnitud de mi riqueza. Pero lleva una vela encendida, si se apaga te decapitaré.
Al término del paseo el rey preguntó: ¿Qué piensas de mis riquezas?
El súbdito responde: no vi nada, solo me preocupé porque la llama no se apagara.
El rey dice: ese es mi secreto, estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas de afuera».
QUIZÁS TE INTERESE:
Oración para cuando desencarna una mascota
Meditación del perdón
Cambiar yo para que cambie el mundo
Mensaje de Miguel: La molécula del miedo
Técnicas de protección II
Oración para dejar ir lo inservible en nuestra vida
La importancia de cambiar las creencias
Mensaje de Miguel Arcángel: la espada y la flama
Deja una respuesta