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Dependiendo del cuerpo en el que esté alojada la impronta energética del sobrepeso o la obesidad, podemos utilizar varias técnicas para lograr el peso adecuado. Todo parte de trabajar con el molde etérico. Los cambios en la alimentación y el ejercicio deben incluirse en todo el proceso.
¿Dónde se aloja el sobrepeso?
En un artículo previo de Argos en la Red vimos cómo el tema del sobrepeso y la obesidad se relaciona con diferentes cuerpos que poseemos. En ese sentido, la memoria o impronta energética que causa el sobrepeso puede estar alojada en varios cuerpos a la vez, partiendo del físico, etérico, emocional o mental.
Por tanto, el trabajo interno para para perder peso tiene mucho que ver con el cuerpo más afectado y con mayor incidencia en el problema. Generalmente -aunque esto no es determinante- la obesidad infantil o en la adolescencia, la derivada de problemas hormonales, tiroides o metabolismo tiene mucha relación con el cuerpo etérico.
En este caso el patrón o molde en el cual se incrusta el cuerpo físico es grande desde su conformación (recodemos que el cuerpo etérico se va formando entre los 7 y 14 años de edad). Ese tamaño responde entonces a una memoria de sobrepeso de otra vida o de una vida paralela. Seguramente hay un aprendizaje pendiente con el peso que la persona debe asimilar. La situación puede ser más compleja.
Por tanto, el trabajo interno para para perder peso tiene mucho que ver con el cuerpo más afectado y con mayor incidencia en el problema. Generalmente -aunque esto no es determinante- la obesidad infantil o en la adolescencia, la derivada de problemas hormonales, tiroides o metabolismo tiene mucha relación con el cuerpo etérico.
También ocurre que un sobrepeso derivado del ensanchamiento del cuerpo etérico o vital se presente en una determinada etapa de la vida, en la adolescencia, en la adultez o en la vejez.
Un sobrepeso derivado de la menopausia, por ejemplo, corresponde a un ensanchamiento del etérico a causa del cese de la menstruación. Algo distinto ocurre cuando se activa un programa de sobrepeso por identificación con algún familiar o alma cercana. El cuerpo etérico busca copiar el molde del grupo.
Lo mismo pasa cuando el sobrepeso es consecuencia de tomar las energías de otros para limpiarlas. La energía la absorbe el cuerpo vital y debido al ensanchamiento del molde etérico el cuerpo físico suma kilos y talla para ajustarse.
Al contrario, la gordura alojada en el emocional guarda más relación con la forma en qué nos sentimos ante las circunstancias que experimentamos a nivel personal, afectivo, familiar o laboral. Una personalidad ansiosa o depresiva puede elegir la comida o los dulces como mecanismo para drenar la presión que esos sentimientos ocasionan. Come más para calmar la ansiedad o la tristeza y sentirse mejor. Pasa lo mismo si el problema es de autoestima, pues el alimento o el dulce sirven como compensatorios del afecto o la falta de aceptación.
Si la memoria o impronta energética está en el mental, tiene mucho que ver con las creencias e ideas que se manejan respecto al cuerpo.
Rutina de trabajo espiritual y físico
En virtud de que hablamos de una impronta energética, el trabajo parte de usar técnicas que ayudan con esas huellas. Recordemos que se trata de información almacenada en el subconsciente y que se relaciona con sentimientos y emociones (cuerpo astral), ideas o creencias (cuerpo mental) y memorias del cuerpo etérico-físico. Esta información genera un bloqueo energético. Esto significa que nuestro cuerpo físico puede contener esa huella y actuar en función de ella.
En este punto bien vale recurrir a los métodos de biodescodificación. Esta corriente indica que la comida tiene un valor simbólico: es aquello que nos nutre, que nos alimenta, que nos da energía para vivir.
Desde la biodescodificación, las enfermedades, entendidas como desequilibrios, tienen un orgen metafísico. Nuestra mente tiene la capacidad de crear nuestra realidad, y esa información la recibe todo nuestro cuerpo (principalmente los cuerpos etérico y emocional). Por eso, aunque no existe una amenaza real, el cuerpo recibe la indicación de estar alerta. Esto quiere decir que para el cuerpo no existe algo «real» y algo «no real».
Tener dificultad para bajar de peso podría hablar de algún conflicto en este sentido, algo que ya no nos está haciendo bien, que ya no nos está nutriendo, que nos está enfermando. Los estudios suelen relacionar, por ejemplo, la grasa, con la protección, el resguardo y la acumulación por temor a las pérdidas.
Cuando alguien busca bajar de peso una de las cosas que más le molestan o preocupan es la grasa acumulada en el cuerpo. En verdad, esta grasa tiene un sentido biológico adaptativo: brinda protección; la grasa te ayudaría a sobrevivir, te protegería en caso de que quedaras a la deriva. En este sentido, la dificultad para bajar de peso puede vincularse con esa necesidad de sobreprotección y cuidado, o más profundamente, con el miedo a ser abandonados, el miedo a sentirse o quedarse solos, las propias inseguridades. Por otro lado, también podría relacionarse con la necesidad de ser vistos y reconocidos.
También vinculan el estrés derivado de la ansiedad como componente que lleva a comer, o acumular grasa aunque no se coma. Esto como mecanismo defensivo del cuerpo ante la idea de una carencia o crisis cercana. Lo mismo se hace con la ansiedad por comer dulces, que se relaciona con carencias afectivas.
Para determinar lo que más nos afecta, en particular, debemos preguntarnos lo siguiente y escribir las respuestas que nos llegan a la mente. Reflexiona lentamente las respuestas y evita las resistencias y negativas a aceptar cualquier situación que surja:
- ¿Qué sentido metafórico tiene acumular la grasa o el líquido en este lugar de mi cuerpo?
- ¿Qué es lo que en realidad acumulo y para qué?
- ¿Por qué no dejo fluir la energía y las emociones?
- ¿Qué oculto tras la grasa o los líquidos?
- ¿A quién o a qué me parezco con esta imagen?
- ¿Me he sentido visto y atendido por mis padres?
- ¿Temo quedarme solo/a?
- ¿He tenido suficiente espacio para crecer entre mis hermanos?
- ¿Estoy alimentando mi falta de amor con exceso de comida?
Usa la técnica de liberación emocional
Entre otros métodos, se recomienda trabajar la técnica de liberación emocional (EFT). Con ella se usa el tapping en puntos de acupuntura, un método que ayuda a borrar improntas energéticas y liberar emociones y creencias bloqueantes.
Por lo general, la técnica de EFT va destapando emociones o pensamientos al estilo de capas de cebollas. Por lo que posteriormente se deberá trabajar con otras frases.
Recurre a las visualizaciones
El trabajo con las improntas energéticas puede complementarse con visualizaciones. La idea es intentar modificar el molde energético, lo cual es posible siempre y cuando no se piensen en cambios que impliquen ir en contra de la ley de causa y efecto (karma) y la ley del ritmo.
En el primer caso el molde etérico responde a un aprendizaje kármico que debemos asimilar y por ello se escoge un determinado fenotipo (aspecto físico).
Esto significa que si en esta encarnación somos rubios o morenos esto se debe a ese aprendizaje. La ley del ritmo, por su parte, tiene que ver con los cambios del cuerpo físico en función del paso del tiempo. En consecuencia, no se pueden esperar cambios drásticos que vayan en contra de esta ley, aunque es posible ralentizar procesos.
Trabaja con los códigos sagrados (audio)
Para complementar el proceso de adelgazar puedes trabajar, durante períodos de 9 días, 21 días o 40 días, con los códigos sagrados. A continuación un audio con la repetición de 10 códigos relacionados. Puedes escuchar el audio y repetir el código mentalmente o en voz audible.
Cuidado con el conflicto de imagen
El conflicto con la silueta o de imagen, según la biodescodificación, tiene que ver con la aceptación o el rechazo del cuerpo físico tal como es. Hay que estar pendiente de la «imagen ideal del cuerpo» que tenemos en mente cuando hacemos las visualizaciones. Puede ocurrir que estemos pensando en alguna persona famosa, con una figura totalmente distinta a la nuestra.
Los paradigmas culturales en torno a la belleza tienen mucho que ver con esto. Se espera que hombres y mujeres respondan a un patrón de belleza impuesto que ha llegado a valorar la extrema delgadez y unos determinados tipos de figura.
Estos patrones van cambiando como la moda: en los años 50 se aceptaban mujeres con caderas más anchas, tendencia que cambió a partir de los 70. A inicios del siglo XXI se impuso la moda de los grandes pechos en mujeres, y actualmente se valoran las figuras delgadas con músculos moldeados. Quienes no responden a estos patrones pueden rechazar su figura, y buscan adaptarse, bien sea con dietas, ejercicios o cirugías.
Así aparece el conflicto con la propia silueta. Se rechaza el cuerpo si no responde a los patrones impuestos o autoimpuestos.
Un conflicto, para mi clarísimo, es el conflicto de silueta: “me sobran diez kilos…, me sobran cinco kilos…, me dan asco mis cauchitos…, no me gusto…, parezco una vaca (…) Esto crea lo que el Dr. Salomón Sellam llama el conflicto del glucagón. Esta hormona tiene la capacidad de inhibir que el azúcar entre dentro de las células. Automáticamente entramos en hipoglucemia , porque las células de nuestro cuerpo necesitan azúcar. ¿Cuál es la respuesta biológica del cuerpo?
Enric Corbera
Comer… y entramos otra vez en el ciclo. Cuando una persona tiene un conflicto de imagen lo mejor es aceptarse.
Si este es el caso, el proceso debe pasar primero por trabajar la autoestima, aceptando y valorando el cuerpo que tenemos, tal como es.
El proceso de adelgazar se aborda desde la aceptación de la forma que tenemos, con miras a que tenga un peso y talla saludables y agradables. Pero no debe necesariamente responder a los estándares culturales.
Puedes acompañar tanto la meditación para aceptar el cuerpo, como la recitación de códigos y las visualizaciones con afirmaciones como las siguientes:
Fuentes: tarot-esoterismo-y-espiritualidad
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