Esta meditación es idónea para trabajar en el proceso de dejar el pasado atrás. Adecuada para quienes se concentran demasiado en sus experiencias pasadas y con ello, sin darse cuenta, enfocan su mente en re-crear, en el presente y en sus futuros, las mismas situaciones que desean dejar de experimentar.
El ejercicio tiene como eje focal la respiración. A partir de enfocar la mente en la inspiración y espiración lenta del aire desde los pulmones, se busca que la mente visualice el futuro y llegue un punto en que se ubique principalmente en el tiempo presente. Recuerda que lo ideal es mantener nuestra atención principal en el aquí y el ahora.
EJERCICIO
Siéntese en una postura cómoda, preferentemente con la espalda recta. Preste atención a su manera de respirar: inspire y espire lentamente. Cada vez que tome aire, inspire el futuro en todas sus poderosas posibilidades. Al espirar, exhale el pasado y todo lo que se fue con él. Limítese a inspirar futuro y espirar pasado…
Lo que inspira es el futuro y lo que espira el pasado. Deje que el pasado se vaya. Inspire futuro y visualice todo lo que desea crear. Espire pasado y todas las falsas limitaciones que se impone a sí mismo. El futuro nada tiene que ver con el pasado. Deje que se vaya el pasado. Siga inspirando futuro y espirando pasado…
Observe cómo todo su pasado va quedando detrás de usted y cómo va llegando el futuro. Vea cómo se alejan sus vidas pasadas y cómo acuden hacia usted las futuras. Observe el paso del tiempo y véase a sí mismo como el punto central de la conciencia. Usted es el punto central de la conciencia y la experiencia avanza a su lado.
Se encuentra sentado en el centro de la realidad. No está cambiando; existe dentro de los límites del tiempo. Ahora bien, en el intervalo entre inspirar futuro y espirar pasado haga una pausa. Es en ese momento de pausa en la respiración cuando usted se deslizará al eterno ahora.
Fuente: Manos que curan. Bárbara Brennan
Sandra
Muy buen post. Gracias por compartirlo.