Oración de perdón y liberación para fin de año

El 31 de diciembre: la Noche Vieja y el comienzo del Año Nuevo es uno de los momentos que ayudan y estimulan a definir etapas dejando ir lo que ya no nos sirve y proponiéndonos realizar ajustes al iniciar una nueva etapa.

 La Iglesia Católica recuerda ese antes y después del nuevo año con una festividad que registra un momento bíblico en el que el apóstol Pedro se liberó de su prisión con la ayuda de un Ángel del Señor. Tal como Pedro, la energía de ese día puede servirnos para pedir liberación y parte de ese proceso incluye liberarnos de las cargas del año.

Por ello, es importante que último día del año se elabore una Carta de Perdón, rindiéndose ante situaciones en las que nos  cargamos demasiado durante los últimos 12  meses. En esta carta se pide que nazca la luz para cerrar los ciclos que se vienen arrastrando desde el pasado. Para hacerla puede leer los siguientes puntos y escribir, en cada uno de ellos, aquello que se desea liberar y transmutar.

Puede comenzar la oración invocando al Arcángel Zadquiel y el rayo violeta de la transmutación:

  1. Yo, consciente de mis actos y asumiendo el control de lo que “Yo Soy”, borro de mi subconsciente y del registro etérico, todo récord y memoria de cada suceso discordante que haya vivido este año.
  2. Perdono de corazón y olvido para siempre, todo disgusto, agravio, deuda, desamor, irritabilidad, agresión, traición, maledicencia y odio que me haya causado cualquier ser humano, situación o cosa.
  3. A todos aquéllos que se hayan ido de mi lado para otro grupo, trabajo, partido o círculo de amistades, los suelto y los dejo ir sin reclamarles nada, dándoles la plenitud de mi amor, para bendecirlos y prosperarlos dondequiera que se hayan ido y donde estén.
  4. Renuncio con toda la entereza de mí ser a todo apego a objetos, situaciones, posesiones y, sobre todo, personas. Declaro que nada ni nadie me ata a nada, y “Yo Soy” libre, pero completa y absolutamente libre, para entregarme, ampararme y refugiarme en Dios y solamente en Dios, para siempre.
  5. Borro todo aquello que me haya sucedido este año, que no sea un escalón dentro de mi proceso de ascensión, y hago desaparecer de mi vida todo obstáculo que me impida volar hacia la libertad, que es el estado natural de mi ser.
  6. Cubro cada segundo, minuto, hora, día, semana y mes de este año que concluye, con la fulgurante y resplandeciente llama Violeta, borrando toda energía mal calificada, y la envuelvo con la incandescente brillantez del Fuego Blanco de la Ascensión.
  7. Libre de personalidad, ego, pasado, memoria y mal Karma, entrego mi “Corriente de Vida” al Servicio Único de La Luz, para que, de ahora en adelante, solo oiga La Luz, Sienta La Luz, Vea La Luz, Saboree la Luz, Huela la Luz y Piense la Luz, hasta alcanzar la eternidad.

Que así sea, hecho es, amén, amén, amén


Fuente: https://www.infomistico.com

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